Mohamad tuvo que dejar su casa en Siria, huyendo de la guerra. En Grecia se convirtió en un no-refugiado, malviviendo durante meses con una lona como techo. Sobre la historia de Mohamad pivotó el cortometraje documental Marhaba-Hello, una de las nueve obras que se proyectaron anoche, en el Auditori, en el ecuador del festival Cineculpable.

Una sesión que tuvo dosis doble de animación, con el pase del preseleccionado a los Goya del 2018 The Neverending Wall, de Silvia Carpizo; y de Retweet, de Cristina Vilches, el trabajo más breve del presente certamen, con apenas un minuto de duración.

Las risas quedaron aseguradas con el archipremiado y multiseleccionado La madrina, dirigido por Pedro Sancho; un cóctel en clave de comedia sobre la familia, las relaciones, la sexualidad y la venganza. También contribuyó a reforzar el ambiente más alegre de la velada El mejor momento, del albaceteño Raúl Navarro.

No faltó la comedia con tintes terroríficos y zombis de la mano de Z Fest, de David Cordero. Y completaron las proyecciones Vampiro, del valenciano Álex Montoya; El Vestido, de Javier Marcos; Dentro del sistema, de Francisco Javier Rubio. La sección oficial del Festival Internacional de Curtmetratges de Vila-real llega esta noche a su fin, con la presentación de las últimas ocho obras a concurso. Los ganadores se conocerán en la gala a celebrar mañana en el Auditori, a las 22.30 horas.