El alcalde de Vila-real, José Benlloch, trasladó ayer a la junta de portavoces el estado de las conversaciones con los padres Carmelitas, con los que se ha llegado a un acuerdo para construir en el patio del colegio el nuevo pabellón polideportivo que sustituirá al Campió Llorens y cuya edificación asumirá íntegramente el Villarreal CF. El acuerdo contempla la donación de 3.000 m2 del área lúdica del centro educativo, que se reserva el derecho de uso de la infraestructura en horario escolar y en fechas determinadas pactadas con el Servei Municipal d’Esports (SME) y el consistorio.

«Siempre he defendido que, en el tema del pabellón, la cuestión más importante era dónde, mucho más que cuándo. Ha sido un trabajo y unas conversaciones largas, pero finalmente han fructificado en el mejor pacto para la ciudad, que es aquel que permite la construcción del polideportivo en el emplazamiento más próximo al que ocupaba el Campió Llorens, con la idea que defendemos de mantener una distribución de las dotaciones deportivas por barrios para garantizar oportunidades en todas las zonas de la ciudad», detalló Benlloch.

«Con este criterio, la mejor ubicación para esta nueva dotación deportiva es, sin duda, el patio del colegio de Carmelitas y, tras meses de trabajo, estamos en disposición de anunciar el acuerdo que lo hará posible», afirmó.

El Consejo Provincial de las Provincias Carmelitas de Aragón, Castilla y Valencia ha dado su visto bueno, en la reunión celebrada en Zaragoza el 29 de junio, a los términos del acuerdo, que se firmará y presentará en breve. Entre otras cuestiones, el convenio contempla la donación a la ciudad, de manera completamente gratuita, de alrededor de 3.000 m2 valorados en torno a un millón de euros. La comunidad del centro, por su parte, se reserva el derecho de uso de las instalaciones en el horario que se determine. De hecho, para garantizar el funcionamiento del pacto, constituirán una comisión de seguimiento integrada por representantes tanto del consistorio como de los Carmelitas.

Disposición

El munícipe agradeció «el esfuerzo de los padres Goyo y David, y del director del centro, y la seriedad con la que han gestionado las conversaciones».

Además de los avances en el acuerdo del pabellón, la junta de portavoces abordó la convocatoria de sesiones del organismo de manera periódica, cada viernes anterior a la celebración de plenos ordinarios, los últimos lunes de mes. El objetivo de esta propuesta es facilitar el diálogo entre los grupos municipales para poder llegar a más consensos en las propuestas y mociones que se debaten en los plenos.