Los alumnos mediadores no son ni policías ni chivatos; ellos asesoran, median e informan». Esta máxima defendida ayer por el director del IES Parque Goya de Zaragoza, Antonio Martínez, en el Auditori Municipal de Vila-real, define a la perfección la labor que realizan los estudiantes que se forman para ser mediadores de conflictos entre sus compañeros. Una tarea en la que ya arrastra una experiencia destacada de 11 años el instituto vila-realense Miralcamp, organizador de la Jornada de Alumnos Mediadores, que celebró su octava edición.

En la inauguración de la jornada no faltaron, entre otros, el alcalde de Vila-real, José Benlloch; la directora del IES Miralcamp, Mª Ángeles Alba; el secretario autonómico de Igualdad y Políticas Inclusivas, Alberto Ibáñez; la directora territorial de Educación, María José Palmer; el inspector de Educación, Alejandro Amposta; y el director del Cefire de Castellón, Sergio Mestre.

Precisamente, el instituto zaragozano explicó la creación de una red de ciberayudantes. Y es que el ciberbullying centra en la actualidad buena parte de la preocupación y el trabajo que se lleva a cabo en la lucha contra el acoso escolar, por cuanto las víctimas son objeto de este tipo de presión incluso fuera de las aulas.

También el Villarreal CF habló del programa de mediación que se aplica en la residencia de futbolistas de su Ciudad Deportiva, que además estudian en su mayoría en el instituto Miralcamp.

CIFRAS PREOCUPANTES // Por su parte, Blanca López, entrenadora oficial en España del método finlandés antibullying KiVa, aseveró durante su charla que «el 80% de participantes en acoso escolar son espectadores, a quienes hay que animarles para que actúen y reaccionen ante estas actitudes».

El mediático maestro finalista del Global Teacher Prize --el Nobel de los profesores--, César Bona, fue el encargado de cerrar esta jornada de alumnos mediadores, que contó con la asistencia de estudiantes y de profesores de 32 centros educativos, mayoritariamente de la Comunitat Valenciana, pero también de Zaragoza, Sevilla y Sacile (Italia).