Un centenar de alumnos de las diferentes iniciativas que forman parte de la Escola de Tradicions Locals protagonizaron ayer, en la plaza del Pastoret y frente a la ermita de la patrona, la Mare de Déu de Gràcia, el acto de clausura del curso 2018-2019, con la mirada puesta en la continuidad de todas las disciplinas y la posibilidad de incluir otras.

Al menos, esta es la idea de la nueva concejala del área, Noelia Samblás, que coge el testigo de Santi Cortells y, con anterioridad, del que fuera también primer teniente de alcalde, su tío Pasqual Batalla. «Tengo la intención de reunirme con todas las asociaciones que dan forma a la Escola de Tradicions para hacer un balance y para que hagan propuestas de futuro», indicó Samblás.

La edila hizo hincapié en la posibilidad de «incluir alguna disciplina más, con la colaboración de algún otro colectivo local, siempre que sea algo dirigido en especial a los jóvenes y que tenga como finalidad principal guardar vivas nuestras tradiciones».

En cuanto a la Escola de Parany --la iniciativa que más controversia desata, básicamente fuera de Vila-real, al tratarse de una modalidad de caza no autorizada en la actualidad--, la nueva edila reiteró que es la entidad organizadora de la misma, Apaval, «la que tiene que decidir si la lleva a cabo o no, en función de los alumnos que se inscriban a la misma».

FINAL DE ETAPA

Un desfile de la Agrupación de Bombos y Tambores de Vila-real inició ayer el acto de clausura de la Escola de Tradicions, en el que también intervinieron los alumnos de la de música, que imparte la Unión Musical la Lira; los de la de dolçaina y tabal, de El Trull; y los de la de guitarra e instrumentos de púa, de la orquesta Francesc Tàrrega.

Además de estas cuatro disciplinas, dentro de esta iniciativa también tienen cabida las de coro (Coral Sant Jaume); de trompeta, corneta, trombón y tuba (Agrupación Musical Virgen de Gracia); de parany tradicional Pepe Sebastiá (Apaval); de pilota (Grup Pilotari de Vila-real; de encordar sillas y tapices; y de gegants (Colla Gegantera de Vila-real).

Desde el consistorio apuntan que esta escuela «es una oferta de nuestra cultura popular y nuestras tradiciones. Es una muestra palpable del esfuerzo de las asociaciones locales para seguir manteniendo vivas las tradiciones», a la vez que agradecen a las entidades colaboradoras «su implicación y el excelente desarrollo de las clases formativas».