El continuo goteo de sentencias urbanísticas --fruto en su mayoría de los recursos presentados por propietarios de terrenos ocupados o expropiados durante la última legislatura del PP-- y el incremento del coste derivado del tratamiento de los residuos urbanos obligará al Ayuntamiento a incrementar en alrededor de un 9,5% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de naturaleza urbana cara al próximo año 2017.

Así lo anunció ayer el concejal de Hacienda, Francisco Valverde, en base al informe elaborado por los técnicos municipales con las acciones a llevar a cabo para lograr recuperar la estabilidad presupuestaria del consistorio, en el marco de un plan económico y financiero que permitirá incrementar en 1,8 millones de euros los ingresos municipales.

“Una de las causas fundamentales que los técnicos aducen sobre el incumplimiento de la estabilidad de las cuentas y que nos obligan a subir el IBI son los gastos extraordinarios derivados de procedimientos de gestión urbanística ejecutados con anterioridad al 2011”, explicó el edil.

Al respecto, Valverde hizo hincapié en que, “desde que asumimos el gobierno municipal en el 2011, los sobres sorpresa del PP que siguen llegando al Ayuntamiento han supuesto el pago de unos 16 millones de euros en sentencias y otros empastres urbanísticos de los populares”.

En todo caso, el edil de Hacienda insistió en que la subida se aplicará en el 2017, por lo que no tendrá reflejo en los más de 46.000 recibos a emitir este año, y supondrá pasar de un tipo impositivo del 0,5445% al 0,5965%. Y recordó que desde el 2012 se ha mantenido congelado el IBI e, incluso, se redujo un 20% en 2013 y 2014.

REPERCUSIÓN // De esta forma, y como ejemplo, los propietarios de una vivienda que en el 2016 pagan 500 euros por el IBI, verán incrementado el recibo para el 2017 en unos 45 euros de media.

Y a estos pagos derivados de fallos judiciales se suma el notable incremento del coste de tratamiento de las basuras, “que en nuestra ciudad no repercutimos en una tasa, como sí hacen municipios vecinos, sino que se integra en el mismo IBI”. En este sentido, el plan económico y financiero incorpora una proyección de costes de la empresa Reciplasa, que advierte del aumento de los mismos hasta superar los 2,1 millones de euros en el 2018, lo que supone el doble que en el 2012.

Asimismo, también repercute en un mayor gasto la apertura del centro de tecnificación deportiva, el pabellón de Melilla y la próxima puesta en marcha de la Ciutat Esportiva Municipal. Las tres infraestructuras supondrán un coste de mantenimiento de un millón de euros anuales. H