Las obras de restauración en el emblemático Molí la Vila de la ciudad ya están más cerca de ser historia. Tras los retrasos de los últimos meses, esta semana han retirado la maquinaria pesada utilizada para realizar los trabajos estructurales en el edificio.

Con la finalización de esta fase, aún quedan algunos detalles para concluir un proyecto que arrancó el pasado año después de sufrir parones por temas burocráticos. Además de consolidar el inmueble, de gran valor patrimonial para Vila-real, reordenarán urbanísticamente su entorno.

Una empresa valenciana fue la adjudicataria de la restauración, por un total de 301.176 euros, casi 60.000 menos del presupuesto de licitación. El edil de Territorio, Emilio Obiol, destacó en su día sobre la demora de los trabajos que «en un proceso de estas características suelen aparecer cosas imprevistas que obligan a ir modificando e implementando las labores». Y añadía: «No es una situación excepcional, ya que es bastante habitual en obras de rehabilitación del patrimonio, ya que las catas que se realizan inicialmente no alcanzan a prever muchas de las incidencias que surgen durante la ejecución».

En el caso del Molí la Vila, se incrementó en dos metros más de lo previsto la excavación en el interior y el entorno del inmueble. Además, se descubrió el suelo original del antiguo molino medieval, así como desenterraron unas puertas con arcos ojivales.