La empresa Paellas Castellón desplazó ayer a Vila-real la fiesta que realizó el pasado año en el recinto de mercados de la capital de la Plana y que generó malestar con la organización de las paellas de la UJI, al coincidir casi con esta.

Esta vez, el recinto del párking de una conocida discoteca vila-realense, ubicada en el Camí d’Artana, fue el lugar elegido por la firma para desarrollar, junto a la mencionada sala, esta conmemoración que, según confirmaron a Mediterráneo distintas fuentes, reunió a unos 3.000 jóvenes de diferentes municipios.

Un evento que, según las mismas fuentes, generó suciedad en los alrededores del espacio en el que efectuó la cita que incluyó paellas al mediodía y diferentes conciertos por la tarde. Una suciedad que, muy probablemente, se reflejará en el informe que la Policía Local realizará al respecto. De hecho, una patrulla con agentes del cuerpo municipal estuvo vigilando durante el evento para evitar posibles altercados y garantizar la seguridad.

El festejo, que contaba con la autorización de la Dirección General de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, atrajo a cientos de muchachos que, por otra parte, llegaron al recinto cargados, en muchos casos, de bolsas de supermercados que contenían botellas de alcohol y refrescos, una práctica habitual en este tipo de citas.

En cualquier caso, la suciedad que se generó en la vía pública obligó a las autoridades de Vila-real a reclamar la presencia de una brigada de limpieza viaria y recogida de basuras, con la finalidad de evitar la presencia de bolsas y restos de botellas en el exterior del espacio festivo.

Y otro de los problemas que se generó es el de la gran intensidad de tráfico que hubo a lo largo de toda la jornada, por cuanto muchos de los asistentes optaron por ir con el coche propio.