El Ministerio de Fomento puso en marcha ayer una nueva medida que, aunque provisional y a la espera de los resultados que se obtengan, pretende aumentar la seguridad en al rotonda de acceso norte a Vila-real por la N-340.

En concreto, la intervención que se lleva a cabo consiste en cerrar uno de los tres carriles de entrada a la glorieta en sentido València con una barrera de las denominadas New Jersey, así como suprimir el carril más interior de la rotonda, con la misma metodología, con el principal objetivo de obligar a los vehículos que entran y salen de este nudo a que lo hagan de manera correcta y disminuyan su velocidad.

Y es que desde el Gobierno central se reconoce la problemática de seguridad existente en este punto de la red viaria estatal desde el mismo momento en el que se abrió al tráfico en el 2003. De hecho, ya son varias las reformas llevadas a cabo para evitar la larga lista de accidentes que se acumulan allí. Unas acciones que han reducido la alta siniestralidad que se registraba años atrás, aunque no lo suficiente, según todas las fuentes consultadas.

Al respecto, el informe técnico de los responsables estatales en materia de carreteras destacan que en la glorieta de acceso a Vila-real por el norte «viene registrándose un número elevado de incidencias y/o accidentes». Y añaden que la mayor parte de ellos se producen en el interior de la misma «al intentar abandonarla desde los carriles interiores», a los que se añaden los «alcances entre vehículos que pretenden incorporarse al anillo desde los diferentes ramales de acceso», a los que se califica de «zona de retenciones».

Por el momento, la medida adoptada por Fomento es provisional, de manera que esta incluye la instalación de una cámara de tráfico en las inmediaciones del nudo viario y que, posteriormente, permitirá llevar a cabo un análisis del comportamiento del tráfico. Atendiendo al resultado final se mantendrá la intervención o se corregirá.