El servicio público de préstamo temporal y uso de bicicletas, BiciVila’t, está actualmente bajo mínimos. Y es que al fracaso de las últimas licitaciones para adjudicar la gestión del mismo --a las que no se presentó ninguna empresa-- se han sumado los recientes actos vandálicos que han dejado inservibles cinco de las ocho bases que actualmente existen distribuidas por distintos puntos de la ciudad. En concreto, ayer solo estaban operativas las bancadas que se ubican detrás del ayuntamiento, en la plaza del Llaurador y en la piscina cubierta.

Al respecto, el concejal de Sostenibilidad y Medio Ambiente, José Ramón Ventura Chalmeta, explica a Mediterráneo que los actos vandálicos en cuestión, que derivaron en la rotura de varios de los anclajes de las bicicletas, tuvieron lugar durante las pasadas fiestas patronales. Y lamenta que «haya gente que se dedique a romper cosas que son de todos, porque somos todos quienes tenemos que pagarlas».

A día de ayer, continuaban fuera de servicio las bases del BiciVila’t ubicadas frente a la estación de Renfe; las de las calles Pere Gil y Hospital; y las existentes en el paraje del Termet y delante del instituto Miralcamp. Con todo, el edil Chalmeta matiza que, aunque en la web aparecían seis bicis disponibles en el sistema, «solo están operativas» las dos que hay en la bancada de detrás del edificio consistorial.

SISTEMA AVANZADO // La de los actos vandálicos es una más de las dificultades que viene arrastrando y que ha tenido que superar en sus nueve años de funcionamiento este servicio que se puso en marcha en diciembre del 2010. La prestación, en palabras del concejal, «se ha quedado anticuada», por lo que asegura que desde el departamento municipal que dirige se trabaja en una nueva licitación para «poner en funcionamiento un sistema más moderno», sustituyendo las actuales bicis «pesadas y en mal estado».

Chalmeta quiere que estos cambios se lleven a cabo en el marco de desarrollo de los presupuestos del próximo ejercicio del 2020, a la vez que avanza que los nuevos planteamientos van en la línea de reducir el número de bases, que podrían contar con videovigilancia, y crear un número importante de puntos de estacionamiento, para lo que se dotará a las bicis de geolocalizador.