Los gatos de Vila-real tendrán un lugar controlado donde compatibilizar el respeto a los animales con la salubridad, higiene y buen estado del espacio público. La asociación Gats de Barri cuidará a estos felinos, inicialmente en la zona Cervantes, donde arrancará un proyecto piloto. Sus integrantes realizarán el control, esterilización y cuidado, además del mantenimiento del recinto en óptimas condiciones.

Esta novedosa iniciativa, aplicada en otras ciudades como Mislata, Carcaixent, València o Castelló, permitirá controlar una colonia de 37 gatos que, según la responsable de la organización, Gemma Nácher, «va en aumento, porque la gente piensa que al haber más es un buen lugar para abandonarlos». Lejos de la realidad, los grupos con muchos ejemplares son problemáticos, por la territorialidad de los mismos y las peleas entre ellos.

La colaboradora asegura que pretenden «mejorar su calidad de vida y concienciar a la población para que no les tiren comida de forma incorrecta y que no se les haga daño». En esta tónica, comenta que los ciudadanos no deben darles alimento por los problemas de limpieza que genera, ya que será la propia asociación la encargada de realizar estas tareas tras las fiestas patronales. Lo harán mediante dos personas con un carnet especializado.

Asimismo, también añade que el principal trabajo va a consistir en la captura de todos los ejemplares para proceder a su castración, tras los 700 que han intervenido en los últimos cuatro años, y la instalación de contenedores especiales para su nutrición.

reunión / En un encuentro entre la entidad, la agrupación de vecinos Cervantes y las concejalas de Sanidad, Silvia Gómez, y de Participación Ciudadana, Miriam Caravaca, acordaron crear un espacio piloto para el control de estas colonias, con un convenio de 5.000 euros aportados por el Ayuntamiento de Vila-real.

Tras el encuentro, Caravaca recuerda la importancia de coordinarse con los propios habitantes e incide en que una vez pasados los actos de la Mare de Déu de Gràcia, celebrarán «una reunión más amplia con los residentes del barrio para que conozcan al detalle cuál es el cometido que persigue la iniciativa», concreta.

Desde Gats de Barri consideran «insuficientes y lentas» la medidas del consistorio, pero creen que «es un primer paso para empezar a trabajar, tanto en esta zona como en otras próximas».