El Ayuntamiento de Vila-real acumula la emisión de más de 500 certificados digitales desde que se declaró el estado de alarma por la crisis sanitaria, según anunció ayer la concejala de Proximidad, Miriam Caravaca.

La edila explicó que, antes que se adoptaran las medidas extraordinarias por la pandemia, el consistorio emitía una media de un documento electrónico al día. «Ahora estamos realizando una media de 30 certificados al día», detalló Caravaca, quien recuerda que esta herramienta permite identificar a las personas para desarrollar trámites administrativos en cualquier momento desde un dispositivo electrónico.

Para evitar colas y asegurar que se cumple con el distanciamiento social, el consistorio lleva a cabo esta atención, con cita previa, y con las medidas de higiene establecidas por las autoridades sanitarias para proteger a la ciudadanía y a los propios trabajadores municipales.

En cuanto a los motivos de las solicitudes para obtener esta tramitación, inicialmente eran, sobre todo, para gestionar ERTEs y ayudas a autónomos. En estos momentos la mayoría requiere el material necesario para cumplimentar el trámite de solicitud de la escolarización de sus hijos.

El estado de alarma supuso el cierre del consistorio a la atención presencial y la habilitación de 12 líneas telefónicas, en el número habitual: 964 547000, desde las 8.00 hasta las 20.00 horas, para dar respuesta a las necesidades ciudadanas, «de manera ágil y segura», recalcan fuentes municipales.

El servicio ha atendido más de 12.000 llamadas. La mayoría de las consultas a la centralita municipal, un 51%, se derivaron a sus correspondientes departamentos (principalmente Policía Local y Servicios Sociales); y el resto fueron consultas derivadas de la crisis sanitaria.

Los últimos días se ha incrementado el número de personas que se han acercado al edificio municipal. «Al principio del estado de alarma, con las limitaciones de movilidad por el confinamiento, la media diaria de ciudadanos que se acercaban al ayuntamiento era, como máximo, de unas 10 personas, pero ahora ronda las 80», concluye la edila Caravaca.