El pleno que ayer celebró la corporación de Vila-real volvió a convertirse en el ring en el que el ejecutivo local y la oposición aprovecharon para recriminarse mutuamente sus respectivas posturas sobre la posibilidad de que el Hostal del Rei --vendido por Bankia al agente de seguros Javier Sánchez-- pase a manos del consistorio o, al menos, que el Estado ceda su uso a la ciudad.

Un enfrentamiento que arrancó con el debate de la moción presentada por el PSPV-PSOE, a la que Compromís votó a favor, para reclamar al Gobierno central una infraestructura que, eso sí, todos los grupos calificaron de «histórica». Esta vez, al paso subterráneo para usuarios en la estación del tren o la nueva comisaría de la Policía Nacional, la propuesta socialista incluye exigir la reversión de la venta del Hostal del Rei y su cesión al consistorio, con el fin de trasladar a él servicios tales como Tesorería, como indicó el alcalde, José Benlloch.

El portavoz del PP, Héctor Folgado, acusó al PSPV de «decidir dinamitar el acuerdo unánime respecto a las reclamaciones al Gobierno», que había sido hasta ahora una constante, al introducir el apartado del edificio ubicado en la plaza de la Vila. Asimismo, volvió a calificar de «escrache público a un ciudadano» la acción al respecto del gobierno local. Una acusación a la que también se sumó su homólogo de Ciudadanos, Domingo Vicent.

Tanto el alcalde Benlloch como el portavoz socialista, Javier Serralvo, corrigieron a PP y Cs y aseguraron que «no se está haciendo ningún boicot a un vecino, sino que se reivindica a Bankia que revoque una venta que no cumplió los requisitos legales, al tratarse de un monumento nacional». Incluso, Benlloch preguntó a Folgado y Vicent a «quién defienden ustedes, a un particular o los intereses de esta ciudad».