Los controles que viene realizando la Policía Local de Vila-real para detectar personas al volante que conducen bajo los efectos de sustancias estupefacientes arrojan un saldo, en los siete primeros meses del año, de más de 60 denuncias, de manera que se superan levemente las cifras registradas en el mismo periodo de tiempo en los años 2015 y 2016, que se cerraron con un total de 97 y 96 denuncias respectivamente; y se calcula que se superará el centenar al final de este ejercicio.

Según los datos a los que ha tenido acceso Mediterráneo, algo más de la mitad de las multas son por consumo de cannabis (38), seguidas por el de cocaína (30), anfetaminas y metaanfetaminas (14) y opiáceos (4). Precisamente, llama la atención que en la primera mitad del presente ejercicio 2017 ya se superan las denuncias realizadas en el 2016 por conducir habiendo tomado cocaína (con 28), y casi duplica las impuestas en el 2015, cuando se registraron tan solo 17.

Al respecto, el intendente de la Policía Local de Vila-real, Ramón Martínez, hace hincapié en que, a diferencia de lo que ocurre con el consumo de alcohol, «en el caso de las drogas no existen tasas, por lo que el simple hecho de dar positivo ya es sancionable, con independencia de la cantidad y del tiempo que haga desde que se fumó o ingirió la sustancia».

Asimismo, Martínez explica que «en el supuesto de que el conductor se niegue a realizarse la prueba, este cometería un delito contra la seguridad vial, lo que conlleva penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de entre uno y cuatro años». Y añade que la legislación no solo afecta a conductores de vehículos a motor, sino también a los ciclistas, «que también pueden ser sometidos a las pruebas de drogas, aunque en este caso, de salir positiva la analítica, no tendrán responsabilidad penal, tan solo administrativa».

SANCIONES // En cuanto a las sanciones, el intendente de la Policía Local recalca que si los agentes advierten que se conduce bajo la influencia de las drogas se hablaría de un delito que acarrea penas de prisión de tres a seis meses, o multa de seis a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad por un periodo de entre 31 y 90 días; y, en cualquier caso, la retirada del carnet de uno a cuatro años. En caso de que no se conduzca con una influencia clara de estupefacientes, la sanción será de 1.000 euros y la detracción de seis puntos en el carnet.

Martínez destaca la labor que viene realizando la Policía Local en los últimos tres años que, además, también se apoya la acción contra el consumo y comercialización ilícita de drogas con la Unidad Canina del cuerpo.