Un nuevo informe del departamento de Intervención del Ayuntamiento de Vila-real vuelve a bloquear la aprobación del presupuesto municipal para el 2018. Así lo anunció ayer el alcalde, José Benlloch, en el transcurso del pleno ordinario de mayo, en una de las respuestas que dio al grupo del PP, a quienes reiteró, dirigiéndose a su portavoz, Héctor Folgado, que esta situación es fruto de «su gestión nefasta de ilegalidades a capazos cuando usted era concejal junto al equipo de gobierno anterior».

De esta forma, las cuentas del consistorio para el presente ejercicio deberán afrontar un nuevo obstáculo que demorará más si cabe la entrada en vigor del presupuesto municipal hasta ya iniciado el período de verano.

Según pudo saber Mediterráneo, entre las objeciones del área de Intervención al documento elaborado por el equipo de gobierno que lidera Benlloch están las relativas a la falta de dotación que, afirma, existe para hacer frente a los 400.000 euros que hay que abonar este año por el justiprecio acordado por el Jurado Provincial de Expropiación por la ocupación de una parcela por el último ejecutivo popular.

MADRIGAL // Asimismo, los técnicos de Intervención citan la necesidad de incluir la consignación de las cuotas de la urbanización de la zona residencial del Madrigal que le corresponden al Ayuntamiento. Una problemática que, en la actualidad, se encuentra en manos de los tribunales.

Semanas atrás, el munícipe hizo hincapié en las consecuencias de los «empastres» urbanísticos del PP en las cuentas municipales, que se traducen en la obligatoriedad de recortar en el capítulo de inversiones, dejando únicamente aquellas que calificó de «imprescindibles», como es la compra de vivienda social, para la que se contempla una asignación de 223.000 euros; o el pago de las expropiaciones para construir la rotonda en la confluencia de la avenida Bèlgica con el Camí les Voltes (171.784); un plan piloto de juegos infantiles adaptados (125.000); la construcción de una glorieta en el cruce de la calle Encarnació con el Camí Vell d’Onda a Castelló (92.202); o la mejora de la Torre Motxa (47.678 euros).