Un total de 53 puntos de barrancos que discurren por el término municipal de Vila-real contarán en unas semanas con señalizaciones que incluirán un código QR. Unos símbolos que permitirán conocer la historia, la flora, la fauna y otras características o curiosidades de estos cauces --habitualmente sin agua y que sirven como canales de drenaje con lluvias fuertes-- a quienes los visiten, especialmente a grupos de escolares durante su estudio de la geología municipal.

La iniciativa es fruto del concurso convocado por la Concejalía de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático entre los centros en los que se imparte ESO en la ciudad y al que decidieron presentarse el Colegio Santa María y el instituto Broch i Llop.

«Se trata de una convocatoria dirigida a alumnos de cuarto de Secundaria, en la que se les pide que realicen un estudio de la geología, la biología y la historia de estos cauces. Posteriormente, un jurado formado por especialistas en la materia valorará los trabajos y el grupo ganador recibirá como premio 1.000 euros en material didáctico», explica el edil del área, Josep Pasqual Sancho.

CUATRO SALIDAS // La tercera de las cuatro salidas que los estudiantes y sus profesores realizarán a estos lechos fluviales tuvo como destino el Riu Sec y, más concretamente, el paraje de El Salt, uno de los entornos más peculiares del término municipal --en especial cuando el río transporta agua procedente de las lluvias, cuando se genera una espectacular cascada-- y, a su vez, un gran desconocido para numerosos vila-realenses. Junto al Riu Sec, se incluyen en estudio los barrancos de Ràtils, Esparser, Roig, Pitoto, Avellana y Sant Antoni.

Sancho incide en que «con lo estudiado, los estudiantes participantes han podido concienciarse sobre la importancia de la biodiversidad, la función de alimento y refugio para la fauna de estos espacios, el papel de los barrancos como corredores verdes, los vertidos, la impermeabilización del suelo o la pérdida de lecho de los cauces originales».