Más de 200 vila-realenses, la mayoría de ellos nacidos en Andalucía pero residentes en la ciudad desde hace décadas y también hijos de andaluces ya nacidos en Vila-real, participaron ayer en la ya tradicional romería que, en honor a la Virgen del Rocío, organiza la Asociación Flamenca de la Cultura Andaluza. Una entidad que mantiene vivas y promociona las tradiciones y los sentimientos del sur de España.

En torno a las seis de la tarde partieron los romeros acompañando, y ayudados por las típicas cañas, a la imagen de la Blanca Paloma que, de nuevo, desplazaron hasta el paraje del Termet sobre un carro tirado por bueyes.

En la cita no faltó una amplia representación de la corporación municipal, encabezada por el alcalde, José Benlloch, un auténtico enamorado del Rocío y del costumbrismo que le rodea.

Durante el trayecto, los participantes se refrescaron en varias ocasiones para mitigar el calor y el cansancio, generalmente con agua, aunque el popular rebujito no faltó en una fiesta que se prolongará hoy hasta la caída del sol. H