Un día después del robo del copón de la Real Capilla de la basílica de Sant Pasqual de Vila-real, otra iglesia de la ciudad, la de la parroquia de Santa Sofía, fue objeto de un intento de asalto. La madrugada del sábado al domingo, sobre las 2.00 horas, la puerta de entrada al templo de la calle Calvari fue forzada.

El párroco, Guillermo Sanchís, se despertó alertado por los ladridos de su perro Don. «Creo que gracias a ello los ladrones huyeron», detalló ayer a este diario. «Escuché unos ruidos, pero no vi a nadie y dejaron la marca de una palanca que usaron para intentar abrir la puerta de madera maciza, dejando astillas», relató.

El mosén vila-realense no entiende los motivos de esta tentativa de hurto en su parroquia: «Es robar por robar, porque en nuestra iglesia no tenemos objetos de gran valor. Son desgraciados por quererlo hacer como ocurrió el viernes en Sant Pasqual».

RELACIÓN

Tras estos hechos no se descarta que los dos episodios delictivos en templos religiosos tengan relación, al tener lugar con un margen de separación de poco más de 24 horas. El asalto a la basílica del patrón de la ciudad tuvo lugar durante la misa del pasado viernes, entre las 19.00 y las 20.00 horas. Los ladrones accedieron forzando la puerta de la celda del santo y salieron sin ser vistos. En el caso de la iglesia de Santa Sofía, fue por la noche y, en esa ocasión, los cacos no consiguieron acceder al interior.