Una empresa de Vila-real ha ideado un método para la eliminación de los troncos de árboles que quedan tras talar ejemplares por su base que, a diferencia de lo que sucede si se arranca de raíz, no genera daños al pavimento, que posteriormente hay que reparar con obras complementarias, lo que supone un coste extra para las arcas municipales.

«Se trata de una tecnología que ya existía, pero para otros usos muy distintos», explica el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien señala que «el problema que había hasta ahora es que cuando se corta un árbol y había que arrancarlo con sus raíces tenían que romperse cuatro o cinco metros cuadrados de la acera o del parque en el que se encontraba e, incluso, afectaba a tuberías de agua, cableado o saneamiento, lo que obligaba a reponerlo con un precio elevado».

El dispositivo perfora y tritura, utilizando una broca de gran tamaño, el resto del tronco que queda y la raíz pivotante o principal, de modo que las propias virutas sirven como abono a la tierra que se añade para plantar otro ejemplar. El primer ensayo se ha llevado a cabo en la plazoleta del Pastoret, frente al ermitorio de la Mare e Déu de Gràcia, donde los servicios técnicos aconsejaron talar un pino de 80 ó 90 años que amenazaba con caer. «Se ha tenido que actuar ante el riesgo que suponía porque incluso por su peso ya se había doblado la argolla de hierro que se instaló hace años para sujetarlo». «Siempre optamos por priorizar la seguridad de las personas», puntualiza el concejal Valverde.

La novedosa y pionera técnica se aplicará a partir de ahora en las aceras o espacios públicos en los que se requiera cortar por la base algún árbol. «El ahorro de tiempo y dinero es muy grande, porque triturar el resto cuesta como mucho 10 minutos. En cambio, con el método tradicional se tarda más y tiene que sumarse el coste de la reparación de los elementos dañados», insiste.