La Holi Colors Run aterrizó en Vila-real. El evento reunió ayer a más de 1.500 personas en una carrera sin tiempo en el que el premio fue la diversión. El evento, organizado por la Concejalía de Juventud, con la colaboración de la peña Cèltic Submarí, donará parte de la recaudación a la asociación Aspanion, que promueve iniciativas para mejorar la vida de los niños con cáncer.

Se trata de una prueba inspirada en el festival de los colores indiano que se celebra al inicio de la primavera. Los vila-realenses le dieron la bienvenida rodeados de polvos, cien por cien naturales, que inundaron con sus pigmentos vistosos a los participantes.

La jornada estuvo marcada por el buen tiempo y las ganas de pasarlo bien de los corredores. El recorrido arrancó en la plaza Jaume I y acabó en la calle Bárbara Royo. Los voluntarios supervisaron que la carrera se desarrollara con normalidad y sin incidencias.

Durante la marcha, los deportistas disfrutaron de varias actividades, a la vez que se habilitaron puntos estratégicos, en los que se lanzaban más polvos con música y animación. Por último, una discomóvil puso el broche de oro a un día más que festivo. H