La Comisisió de Penyes, encabezada por David García, se apuntó anoche un nuevo éxito con la 32ª edición del concurso de empedrats para peñas. Una cita en la que se dieron cita más de 2.000 integrantes de unos 85 de los colectivos festeros que forman parte de esta organización.

La propia Comissió fue la encargada de repartir entre los participantes los ingredientes que se utilizaron para elaborar un plato que, décadas atrás, empezó a poner de moda la peña L’Embolic, con Pasqual Batalla --quien fue primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Vila-real, hasta su fallecimiento en junio del 2017--, con su popular empedrat que se degustaba en plena calle, cuchara en mano y directamente de la paella, justo en el momento en el que tenía lugar el encierro de toros y vacas de corro.

Con los años, la costumbre se fue extendiendo hasta que hace tres lustros, la Comissió de Penyes decidió institucionalizar esta arraigada tradición dando forma a un certamen que ha pasado por diferentes ubicaciones, especialmente las del antiguo Recinte de Festes --hoy Centre de Congressos, Fires i Trobades-- y la actual del Recinte de la Marxa, junto al hipermercado Carrefour, que ofrece mayor amplitud de espacio.

COCINA FESTIVA // Y es que la cocina y la gastronomía, unidas a las ganas de los vila-realenses de disfrutar de la compañía de amigos y familiares-- se convierten en indispensables en los festejos patronales de la ciudad. No solo la Nit de la Xulla es un claro ejemplo de ello, sino que el concurso de paellas para peñas del primer sábado festivo o los almuerzos diarios en los casals y en las calles evidencian esta afirmación.

Y a ello se sumarán otros eventos de similares características, como la cena de tombet de bou de mañana jueves --también organizada por la Comissió de Penyes-- o la de hermandad para los vecinos que, el viernes, volverá a llenar la plaza del Llaurador.