Ser profeta en tu tierra no es fácil. Pero mucha gente lo consigue con esfuerzo y trabajo. Sergio Caballero es una de esas personas que, desde su Vila-real natal, ha ido creciendo hasta convertirse en un actor de prestigio que no le deja casi momentos de ocio. Tanto es así que ayer por la mañana se encontraba en Madrid, preparando su incorporación a una nueva serie de televisión y, por la tarde, ya estaba en Vila-real para impartir el último de los cursos monográficos que la Escola Municipal de Teatre i Art de Carrer (EMTAC) realiza a lo largo del período lectivo para un grupo limitado a 15 personas.

El taller que imparte Caballero, y que sigue por las tardes hasta mañana, está relacionado con la interpretación. «Trabajamos los usos y recursos del actor, qué hacer con un texto una vez se ha aprendido y cómo aprender a desengancharse de la palabra», explica el artista vila-realense a Mediterráneo.

«La idea es que los propios alumnos escriban un monólogo de solo cinco líneas y sobre ese texto realizar una puesta en escena, para ver como se transforma y también jugando al máximo con la improvisación», señala Caballero, quien destaca el trabajo que se realiza desde Vila-real en la formación de nuevas promesas del arte teatral.

De esta forma, Sergio Caballero pone punto final a los monográficos que ha desarrollado la EMTAC una vez acabado el curso 2017-2018 y que han versado sobre narración oral, a cargo de Tània Muñoz; escritura, por Sonia Alejo; y construcción de personajes a partir de teatro físico, protagonizado por Marta Martín; y otro de manipulación de grandes elementos orientales, como el león y o el dragón chinos.

En crecimiento

Desde la Escola Municipal de Teatre, su director, Sergio Heredia, hace hincapié en la voluntad de aumentar los grupos para permitir que personas que están en lista de espera puedan formarse en este espacio que, en el 2017-2018 contó con un total de 90 alumnos. Una cifra que se pretende incrementar hasta superar el centenar el próximo año.

Y es que la EMTAC supone, para muchos de quienes pasan por ella, un trampolín hacia su interés por formarse «más profesionalmente» en escuelas de arte de Barcelona, València o Madrid, lo que hace de Vila-real una auténtica cantera de actores y actrices, que también se refleja en el importante número de compañías que se han gestado en la ciudad, al calor de citas como el Festival Internacional de Teatre de Carrer.