No podía ser de otra manera. De nuevo, y como ocurre en cada edición de las fiestas patronales, ya sea en mayo o en septiembre, la cita gastronómico-festiva dedicada a los más mayores de la ciudad fue todo un éxito.

Más de 1.500 vila-realenses se acercaron ayer hasta el Centre de Congressos, Fires i Trobades para participar en la comida dedicada a los vecinos que integran el colectivo de la tercera edad, en la que no faltó la paella monumental que se encargó de elaborar el chef Santi Becerra y su equipo.

20 litros de aceite de oliva, 80 kilos de verduras variadas, 60 kilos de pollo, otros 50 de conejo y 50 más de costilla de cerdo, 160 kilos de arroz y 320 litros de agua son, a grandes rasgos, los ingredientes utilizados --a lo largo de dos horas de preparación de la receta-- para dar forma a la paella que sirvió como plato principal de la fiesta.

Servicio de excepción

Como de costumbre, los asistentes a tan concurrida cita gozaron de un servicio de excepción, por cuanto la reina de las fiestas, Cristina Pesudo, y las cuatro damas de su corte (Andrea Ayén, Gemma Font, Lydia Estepa y Gloria Manrique) ejercieron de camareras a la hora de servir los platos de paella a los agradecidos comensales.

Posteriormente, fue momento de mover algo el esqueleto y marcarse unos bailes a ritmo de rumba, tangos o pasodobles. De hecho, inmediatamente después de dar por concluida la comida, los ávidos de baile y quienes tienden más a mirar agruparon en un semicírculo un buen número de sillas, dejando una pista libre para danzar hasta bien entrada la tarde.