La plaza Major acogió, ayer por la tarde, uno de los actos más esperados de la cuarta edición del Memorial Democràtic de Vila-real: la ruta teatralizada que, cada año, recrea algún episodio relacionado con la segunda República y la guerra civil. En esta ocasión, se optó por evocar la llegada al municipio de refugiados procedentes de Madrid y Málaga en el contexto de la contienda bélica.

La obra Exili i acollida: una vila amb el cor obert recordó que Vila-real ya fue ciudad acogedora en pleno conflicto, cuando llegó primero un contingente de 200 niños huyendo de los bombardeos en la capital de España y, más tarde, otros 400 andaluces que escapaban del frente y la represión.

En palabras de la coordinadora del Memorial, Sonia Alejo, la dramatización «quiere reflejar algunas de las imágenes que se dieron en la localidad con la llegada de estos refugiados». Asimismo, también se mostró la salida de algunos vila-realenses por motivos políticos cuando se consumó la victoria del bando franquista.

Por primera vez en estos cuatro ejercicios, la pieza teatral del Memorial Democràtic se desarrolló íntegramente en un mismo escenario, al que acudieron varios centenares de asistentes.