Miles de flores dieron forma ayer al tapiz que presidió la plaza de Sant Pasqual, en el marco de la multitudinaria ofrenda al patrón de la ciudad, en la que tomaron parte cerca de 3.000 vila-realenses de todas las edades, agrupados en 60 peñas, nueve escuelas infantiles, otros tantos colegios de Educación Infantil y Primaria y una quincena de asociaciones locales, como Sueños de Andalucía, Acudim, Hijas de María del Rosario, Congregació de Lluïsos e Hijas de María Inmaculada, entre otras.

Los taurinos de la ciudad estuvieron representados por en la ofrenda por la peña Bou de Sant Pasqual. También participaron la Asociación Musical Verge de Gracia e, incluso, dos comisiones falleras de Burriana.

En esta ocasión, fueron los integrantes de la peña l’Abaetjo quienes se encargaron de la laboriosa labor de colocar los ramilletes de flores que aportarían color y belleza al tapiz elaborado por María García, que representaba un cáliz y una hostia, en referencia al patronazgo universal de la Eucaristía que ostenta Sant Pasqual.

Las reinas de las fiestas de los últimos seis años --las del 2015 y 2016 acompañadas de las damas de sus respectivas cortes de honor-- y las autoridades, encabezadas por el alcalde, José Benlloch, cerraron un desfile en el que se respiró la profunda devosión de los vila-realenses hacia su patrón. Una cita que, como de costumbre, finalizó con el encendido de la foguera, de manos del primer edil y de la máxima representante festiva, Silvia Cantavella. H