La ermita de la Mare de Déu de Gràcia acogió ayer la misa rociera que el colectivo andaluz de Vila-real ofreció a la Blanca Paloma. Una celebración eucarística en la que no faltó el folclore típico de este tipo de eventos, con la interpretación de canciones dedicadas a la Virgen del Rocío.

Una misa a la qwue siguió una comida de hermandad, en la que tuvo el protagonismo un plato eminentemente valenciano, como es la paella. Eso sí, acompañada de buenos caldos, por supuesto, del sur de España.

Bailes, cantos, el popular rebujito y, sobretodo, la alegría y el buen ambiente caracterizaron la segunda jornada de los festejos que, desde hace unos años, viene organizando la la Asociación Flamenca de la Cultura Andaluza de Vila-real. Una entidad que ha logrado afianzar en la ciudad tradiciones tan populares en Andalucía como esta de la romería del Rocío o la Feria de Abril.

Los romeros, que pasaron la noche del sábado en El Termet, regresaron a la ciudad coincidiendo con la puesta del sol. H