Vila-real dio ayer la bienvenida a lo grande a los emisarios de los Reyes de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes durante toda la mañana recogieron las cientos de cartas con los deseos de los niños y niñas de la ciudad. Durante aproximadamente las tres horas que duró el acto -organizado por Joventud Antoniana, en colaboración con el Ayuntamiento-- la plaza Major se llenó de la alegría, de la magia y de la ilusión que contagiaban los más pequeños de la casa en una de los actos «más multitudinarios de los últimos años», favorecido por el clima primaveral registrado en estas fechas, como recordó el presidente de la entidad organizadora, Albert Arrufat. No en vano, la organización recauda fondos para su proyecto de atención social a través de la venta de las casques y avellanas, sellos y palla i garrofes, y estos se agotaron en la mañana de ayer. Los fondos recaudados servirán para ayudar a unas 50 familias en riesgo de exclusión con las que colabora la agrupación en la actualidad, como explicó Arrufat.

Los niños, acompañados por sus familiares, guardaron cola, ansiosos por entregar a los pajes reales sus misivas que, como cada año, llevaban el sello antoniano, que pudo adquirirse en las paradas ubicadas en los dos laterales de la plaza Mayor.

Tras el acto de ayer, los menores esperan con anhelo la Cabalgata de Reyes, que se celebrará el domingo 5 de enero, a partir de las 18.30 horas, desde la avenida Pío XII y por el recorrido habitual, hasta su llegada a la plaza Mayor, desde donde se celebrará la tradicional adoración al niño Jesús. Acto seguido, sus Majestades dirigirán unas palabras desde el balcón del Ayuntamiento.