Dicen que las parroquias y otros templos cristianos son la casa de todo el mundo, que cualquier persona puede acceder a ellos salvando sus puertas. Unas puertas que, por su tamaño, suelen acarrear problemas de mantenimiento con el paso del tiempo.

Y eso es lo que le ocurre al portal de madera que se abre cada día para recibir a los fieles de la parroquia de los Santos Evangelistas de Vila-real, Un edificio religioso católico ubicado en el barrio de San Fernando y que hace esquina con la avenida Alemanya y la calle Senda Pescadors.

La carcoma y las filtraciones de agua, especialmente cuando llueve con intensidad, han repercutido negativamente en el elemento que da acceso al templo y que, pese a que se restauró en parte hace aproximadamente cinco años, sigue siendo el mismo que se colocó hace algo más de medio siglo, cuando la citada parroquia se trasladó desde la calle Sant Mateu hasta la avenida Alemanya.

Y ante la necesidad de recaudar los alrededor de 11.000 euros que cuesta la instalación de una nueva puerta de madera de las mismas dimensiones, el párroco de los Santos Evangelistas, Juan Crisóstomo Nangagahigo, hace una llamada a la colaboración de los feligreses para poder sufragar una actuación «que es muy necesaria». Una llamada que viene acompañada de la organización de diferentes iniciativas para recaudar nuevos fondos.

Hasta el momento, la parroquia ha conseguido unos 4.500 euros, una cifra que aún está lejos de completar la inversión que se requiere, pero para ello ya se han organizado varias citas en solidaridad con la causa, como un rastrillo en la Casa dels Mundina o una serenata dentro de la propia iglesia. «Durante el verano dejaremos la campaña en stand by y después volveremos a retomar la divulgación con nuevas iniciativas», afirmó el párroco.