El último pleno ordinario del año --el próximo lunes tendrá lugar uno extraordinario para la aprobación de los presupuestos del 2020-- abordó ayer la polémica en torno a Emilio Obiol, uno de los altos cargos de la Generalitat --el único caso en la provincia-- que está en el punto de mira por presuntas incompatibilidades en sus funciones, ya que es concejal de Territorio y Movilidad Urbana en el Ayuntamiento de Vila-real y también director general de Puertos, Aeropuertos y Costas en el gobierno autonómico. Un dualismo sobre el que el Consell Jurídic Consultiu deberá pronunciarse mediante un informe y dictaminar si debe tener o no una dedicación exclusiva.

Fue en el turno de ruegos y preguntas cuando Natalia Gil, de Ciudadanos, sacó a la palestra esta controversia. «Hay dos corrientes de opinión no jurídica», respondió Obiol al respecto. Por un lado, explicó que hay posturas que mantienen que «perfectamente es posible la compatibilidad de un alto cargo y un cargo electo», remarcó, y puso como ejemplo un informe de la Dirección General de la Administración Local de la Generalitat.

Y, por otro, sacó a colación un estudio de la Oficina de Control de Conflictos de Intereses (OCCI), un organismo que resuelve conflictos del Consell, «en la que su funcionario entiende que no es compatible». Ante esa variedad de opiniones, el concejal dijo que «se ha pedido un informe al Consell Jurídic Consultiu y se dirá».

Este caso de «presuntas incompatibilidades», según apuntó Obiol, afecta «al menos a media docena de altos cargos» en la Comunitat, y ya ha causado una dimisión, la de Miguel Lorente, que renunció como director general de Economía para seguir como edil en Xàtiva por Unidas Podemos. «En el caso de que tuviera que renunciar o irme, la normativa está prevista y entrará el siguiente de la lista», concluyó.