En septiembre u octubre. Esa es la fecha en la que arrancarán definitivamente las obras de la ronda suroeste, con la entrada de las máquinas para su construcción definitiva, tras cerca de dos décadas de impás de una infraestructura que resulta vital para el desarrollo futuro de la ciudad,

Unas fechas de inicio de las obras que avanzó a Mediterráneo el nuevo conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España. Plazo de tiempo que, en parte, supone un retraso en las previsiones iniciales, por cuanto el proyecto se adjudicó a finales del mes de marzo por un importe de 7,8 millones de euros (impuestos incluidos).

De cumplirse los plazos ahora dados por el conseller España, los trabajos se iniciarán al menos medio año después de adjudicarse. Y ello, pese a que hace algo más de un mes se instaló el nuevo cartel anunciador de la inminente construcción de la circunvalación por el oeste del casco urbano de Vila-real. E, incluso, el departamento de Servicios Públicos del Ayuntamiento puso en marcha hace dos semana las labores para desbrozar la zona que ocupará la ronda.

Para los responsables municipales, con el propio alcalde, José Benlloch, al frente, la ronda es «irrenunciable» para Vila-real. De hecho, en varias ocasiones, el munícipe aseguró que este vial tiene que ser una realidad «sí o sí» en el más breve plazo posible.

PLAZOS // El relativo retraso en la entrada de las máquinas puede acarrear que, en virtud de los tiempos marcados en la licitación del proyecto --18 meses de obras--, la primera fase de la carretera no estará lista para finales del 2020, como hasta ahora se vaticinó, sino para la primavera del 2021.

En cualquier caso, todavía sigue pendiente la decisión del Gobierno central respecto a la propuesta presentada por la Generalitat para conectar la futura ronda con la N-340, a la altura de la estación de la ITV de Vila-real. Por el momento, la dilación en la formación del Gobierno de España no contribuye a acelerar una toma de decisión al respecto.

De hecho, y pese al optimismo mostrado por los responsables autonómicos en materia de Obras Publicas, lo cierto es que desde el Ministerio de Fomento continúan considerando, al menos, «complicada» la idea del Consell de acometer la conexión con la N-340 mediante una gran rotonda al mismo nivel. En este sentido, hasta ahora, la postura de la Ejecutivo central pasa por realizar una glorieta a distinto nivel, con el fin de evitar posibles problemas al afectar la actuación a una zona considerada inundable. Una idea que incrementaría notablemente el coste de la obra que asume la Generalitat.