Vila-real contará el próximo año con un párking para camiones, después de más de 30 años de trámites y reivindicaciones por parte de los transportistas de la ciudad. «El Ayuntamiento ha puesto solución a una reivindicación e histórica necesidad», anunció ayer el alcalde, José Benlloch, acompañado por el presidente de la Asociación de Transportistas de Vila-real, Esteban Bellés, y por el miembro de la junta directiva del colectivo Eliseo Arrufat.

«Se trata de una herramienta muy importante que los afectados han solicitado durante más de 30 años y, aunque la crisis ha hecho mucho daño al sector y no existe el mismo volumen de trabajo que antaño, sigue haciendo mucha falta», explicó Benlloch. Actualmente, la ciudad cuenta con una flota de cerca de 400 vehículos pesados. El objetivo principal de la medida es evitar que estos aparquen en el núcleo urbano, como en las avenidas França e Italia, para evitar causar molestias a los residentes.

El consistorio incluirá una partida en el presupuesto del próximo ejercicio que permitirá la creación del recinto, que contará con una superficie de 33.000 metros cuadrados, ubicado en un área entre Porcelanosa y la depuradora mancomunada, cerca de la futura ronda Suroeste, donde se podrán aparcar un total de 232 vehículos de gran tonelaje. «El proyecto, que costará cerca de 600.000 euros, contará con una aportación de alrededor de 300.000 ó 400.000 euros por parte del Ayuntamiento», indicó el primer edil, quien destacó que la cifra exacta todavía se está estudiando, aunque en próximas fechas se firmará el convenio definitivo con la entidad. Esta cantidad saldrá de las arcas municipales o de los fondos europeos, en caso de que lleguen.

solución // Tanto Bellés como Arrufat han agradecido «todo el apoyo» del equipo de gobierno para poder sacar adelante estas instalaciones que, aunque no son el párking que una vez se proyectó, «porque los tiempos han cambiado y debe ser un poco más austero --sin hotel ni surtidor como se planteó en su inicio--, lo importante es que por fin se da una solución a un problema que afecta a transportistas y vecinos». «Somos un sector fundamental, pero para la población somos una molestia, porque invadimos su espacio y lo que queremos es tener un lugar donde no estorbemos».

El colectivo considera que la capacidad del futuro recinto será suficiente, porque ya hay algunas empresas que cuentan con espacio para estacionar su propia flota. De todos modos, la campa podrá ampliarse si es necesario, al disponer los alrededores de más de 100.000 m2 de superficie que no se encuentra ocupada .