«El feminismo, como ha mejorado la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas, debería ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Ahí lo dejo». Fue el último órgano que lanzó la que fuera ministra de Cultura en la última legislatura del socialista Felipe González, durante su discurso en València, con motivo de la entrega de las Altas Distinciones 9 d’Octubre de la Generalitat valenciana, ante los presidentes del Consell y del Gobierno español, los socialistas Ximo Puig y Pedro Sánchez.

Fue una de las frases pronunciadas por la escritora y política valenciana antes de fallecer, el pasado 24 de octubre, que ayer rememoraron el expresidente de la Generalitat, Joan Lerma; y la exdirectora del Instituto de la Mujer y actualmente diputada en Les Corts, Rosa Peris, quienes participaron en el ciclo Conferencias blancas, que organiza la sección de Filosofía de la UNED de Vila-real, junto al alcalde, José Benlloch; y la directora del centro universitario, Rosario Andreu.

Tanto Benlloch como Lerma y Peris incidieron en la necesidad de no dar ni un solo paso atrás en el reconocimiento de los derechos alcanzados «tras muchos años de lucha», en referencia a los postulados que defiende la ultraderecha, evidenciados en el proceso de negociación con el PP y Cs para apoyar a un gobierno presidido por el popular Juan Manuel Moreno en Andalucía.

Ejemplo de luz

El expresidente de la Generalitat aprovechó su intervención para destacar la gran capacidad de diálogo de Alborch, «que aportaba luz a todo lo que hacía». Y añadió: «En Carmen hay una dedicación total hasta su última aparición pública en defender el papel de las mujeres en la sociedad».

Además, aseveró que la política y luchadora feminista «ya es Patrimonio de la Humanidad, porque ha contribuido con su presencia y su trabajo a tener una sociedad mejor e igualitaria».

Numerosos ciudadanos y representantes socialistas siguieron las intervenciones.