Representantes de la Fundació Sant Pasqual se unieron a las muestras de estupor e indignación tras la profanación de la eucaristía en la basílica de Sant Pasqual y el robo de un copón de la Real Capilla. Desde la asociación Amics del Pouet del Sant, Ramón Bellmunt considera el asalto como «muy lamentable» y cree que es algo que «no hubiera tenido que pasar» y les afecta «sentimentalmente», pero, dentro de lo negativo, esperan «que sirva para reforzar la seguridad de un sitio tan querido por los vila-realenses».

Por su parte, otro representante del ente, Manuel Menero, señala que «este episodio sucedió en una sede que es más que una iglesia». «Me siento muy dolido por estos hechos por el cariño que tenemos al templo, pues además nosotros respetamos a todos y queremos que también nos respeten», dice. Respecto a futuras medidas, Menero está de acuerdo con la posibilidad que plantea el alcalde de Vila-real, José Benlloch, de instalar cámaras en el interior. «Todo lo que sea mejorar la seguridad será bueno, no afectará a los que quieran visitar la basílica y servirá para intentar evitar robos», matiza.

La investigación sigue en marcha y uno de los elementos que pueden esclarecer los hechos son las cámaras que vigilan el tráfico, ubicadas en distintos puntos del perímetro exterior de la iglesia del patrón de la ciudad.