Dos escenas ayudan a comprender mejor el hecho de que varias peñas decidieran hace seis años aunar esfuerzos y juntarse para almorzar entre semana durante las fiestas patronales. La primera es antigua, y tiene que ver con una época en la que las celebraciones se vivían intensamente, y eran muchos los que, trabajando del campo, descansaban durante estos días. Entonces era fácil que una sola peña juntara a 20 personas para almorzar. La segunda, de hace menos de una década, es muy distinta, con casales que entre semana apenas acogían a tres o cuatro personas a la hora del almuerzo.

Es por ello que hace seis años, varias peñas de la localidad decidieron aunar esfuerzos para mantener la tradición. “Si de cada grupo de amigos, tan solo unos pocos tienen vacaciones durante la semana de Sant Pasqual, es más lógico juntarnos y almorzar en compañía”, asegura Richard Fuster, uno de los asiduos a estos encuentros a los que asisten miembros de peñas como Galifardeu, Picú, Xivarri, El Sifó o La Xala, entre otras.

Otros años el elenco de colectivos era aún mayor, con miembros de La Sisa o de la Wallaroo, aunque “este año, por lo que sea, no han acudido”. Nadie recibe una invitación para asistir, así que funciona el boca a boca entre peñas cuyos locales se encuentran en calles cercanas. “Te encuentras, comentas y hay alguien que se suma, es todo informal”, cuenta Fuster.

Estas peñas no son las únicas que se encuentran para la comilona. Ayer, sin ir más lejos, en la calle Barranquet hubo una larga mesa con representantes de La mare dels locos, Sense volta ni solta, Samfaina o Sifó.

MENÚ DE FIESTAS // Del menú se encarga el cocinillas del colectivo que cada día acoge la reunión, a la que suelen acudir entre 20 y 25 personas. Desde el viernes, ya han degustado distintos menús. Los presentes reconocen que abunda la carne, y que no es la mejor semana para mantener la línea, aunque tampoco faltan las ensaladas. Ayer, el plato principal fue longanizas con pisto. El vino con gaseosa ayuda a acentuar el toque festivo y hay quien alarga la sentada hasta casi la hora de preparar la comida. Y es que la gastronomía une. H