El Ayuntamiento de Vila-real aparca «de forma temporal» la reforma de los antiguos juzgados de la plaza Colom, valorada en 212.966 euros, con la que el consistorio quería hacer de este edificio la sede de tesorería y hacienda. El alcalde de la localidad, José Benlloch, explicó que esta decisión forma parte de un paquete de medidas que permitirá al consistorio no recurrir a un préstamo para pagar la parte que reconoce, 516.445 euros, de los tres últimos expedientes urbanísticos correspondientes a acciones de los años 1995, 2002 y 2005 -el Jurado de Expropiación estimó 756.490 euros y la cantidad exigida por los titulares asciende a 1.426.623 --.

«No renunciamos al proyecto en un futuro porque consideramos que puede ayudar a la dinamización económica de esta zona de la ciudad, pero de momento tenemos que aplazarlo», subrayó Benlloch, que apuntó que «lamentablemente este dinero no podrá ir a paliar la situación por la crisis del covid-19, tendrá que ser para más empastres de la etapa del PP».

Además de aplazar este proyecto, el alcalde indicó que se renuncia, por el momento, a la instalación de juegos infantiles de gran tamaño (25.000 euros) en varios parques y a la rehabilitación del edificio de la antigua escuela taller (48.341 euros), donde estaba previsto reubicar a Creu Roja, ya que se ha optado por un proyecto más ambicioso, en licitación, para instalar la sede de esta oenegé en el inmueble de la antigua Estacioneta de la Panderola. Con estas medidas, el Gobierno local dispondrá de 291.893 euros a los que se sumarán otros 90.863 euros de sobrantes de partidas de 2020. Los 133.689 euros restantes serán de «los remanentes de 2019», añadió Benlloch, que remarcó que «de esta manera acabaremos el año reduciendo el endeudamiento y con una mejor situación financiera para encarar los retos de futuro».

Una vez garantizado el pago de estas resoluciones urbanísticas, el equipo de gobierno ha obtenido el informe favorable del departamento de Intervención para aprobar el expediente de modificación de créditos por valor de más de 800.000 euros para incorporar los remanentes de 2019 y «reestructurar y redefinir el presupuesto de 2020 para garantizar que se puedan cubrir las necesidades hasta final de año», después de «todos los imprevistos de estos tres meses para dar respuesta a la crisis y cuyo coste se acerca a 1,5 millones de euros», recordó Benlloch.