Vecinos y propietarios de terrenos incluidos en el programa para urbanizar los 2,2 millones de metros cuadrados que suma la superficie del área residencial del Madrigal plantean que aquellas unidades cuyo desarrollo no se contempla a corto o medio plazo vuelven a tener la condición de suelo rústico, con la finalidad de rebajar la presión fiscal a los dueños de tierras que están sujetos al pago del impuesto de bienes inmuebles (IBI) de naturaleza urbana, pese a seguir siendo huertos de naranjos o campos de cultivo.

Así lo señalaron ayer desde la asociación de vecinos El Madrigal, al indicar que este planteamiento ya se ha puesto en conocimiento de las autoridades vila-realenses, para que estudien las posibilidades legales existentes a la hora de recalificar como rústicos unos terrenos ahora urbanizables “que por el momento tienen escasas o nulas posibilidades de urbanizarse, al menos, en los próximos años e incluso en décadas”, explican desde el colectivo vecinal.

“Es uno de nuestros caballos de batalla”, indica el portavoz de la asociación, Jesús Fernández, quien asegura que les “consta que se está mirando el tema en la Concejalía de Territorio”. Y es que Fernández recuerda que, a excepción de las unidades más próximas al casco urbano y ubicadas en el margen derecho de la calle Ermita --en dirección al Termet--, “hay muchas cuyo desarrollo no despierta en estos momentos ningún interés, porque la economía no acompaña”. Y al margen izquierdo ni siquiera se ha llegado a urbanizar sector alguno, “de manera que el 80% de la superficie aún son huertos”.

El proyecto para el Madrigal, aprobado por el Ayuntamiento en el año 2000, incluye un total de 66 unidades de ejecución, que tenían que desarrollarse en tres fases, de las que el consistorio solo adjudicó la primera, que cuenta con 16 unidades. Pese a ello, y como consecuencia del inicio de la crisis económica y por las desavenencias entre la urbanizadora y las autoridades por las cuotas de urbanización, los trabajos se paralizaron en el 2009, de manera que todavía no se han concluido al 100%.

Tanto es así, que ha sido necesaria la venta en subasta de los derechos de urbanización del Madrigal, por parte de Bankia, para que el nuevo promotor haya decidido asumir los 60.000 euros de coste de la puesta en marcha del alumbrado público en cinco sectores casi finalizados. H