Cierta tensión, un tanto disfrazada de mensajes cordiales, y cruce de acusaciones centraron ayer el pleno extraordinario que la corporación de Vila-real celebró para aprobar el pago de 1,2 millones de euros, correspondientes a un millar de facturas de 300 proveedores, pendientes del 2016. Una abono que salió adelante tan solo con los votos favorables de PSPV y Compromís y con el negativo --en uno de los paquetes-- y la abstención --en otro-- del PP y de Ciudadanos.

De nuevo, la concejala de Hacienda, Sabina Escrig, pidió perdón a las empresas, más de la mitad de ellas locales, «que han tenido que esperar para cobrar los trabajos realizados», aunque hizo hincapié en que «esta es la primera vez que se hace una operación de este tipo, porque lo habitual siempre ha sido esperar a la liquidación del presupuesto del ejercicio anterior para pagar los recibos pendientes, lo que suele ocurrir en mayo, junio o julio».

CRITICAS // Por su parte, el portavoz del PP, Héctor Folgado, insistió en que «hay facturas de todos los meses del 2016 e, incluso, algunas del 2015». Y aseveró que ello es consecuencia de «la compra de palacios para poner el despacho del alcalde Benlloch».

La edila Escrig recriminó a Folgado: «Usted dejó sin pagar 600.000 euros de la Concejalía de Cultura». Y aseveró: «Nosotros nunca hemos escondido recibos de los que ahora se aprueba su abono y pedimos perdón por ese retraso». A su vez, se refirió a que «600.000 euros era también la cantidad de dinero que facturó la firma Piaf de manera falsa», mientras ellos gobernaban.

En su turno, el portavoz de Compromís, Pasqual Batalla, respondió a las críticas del PP afirmando: «Ustedes no daban trabajo a la gente que ahora dicen que cobra tarde y mal, porque todo se lo daban a un par de mercantiles».

Mientras, el líder de Ciudadanos, Domingo Vicent, se unió a los populares en sus críticas por la inversión en el capítulo de publicidad y pidió ajustar el gasto.

El alcalde, José Benlloch, calificó de «cobardía política» la exigencia de Vicent y le recriminó que «aún no han hecho propuesta alguna que diga en qué y a quién recortamos». Y añadió, en referencia al último ejecutivo del PP, que «la publicidad antes estaba al servicio de un partido y ahora lo está del pueblo».