La corporación municipal de Vila-real celebra hoy, a partir de las 9.30 horas, el pleno extraordinario en el que se prevé aprobar el presupuesto municipal para el 2018. Un presupuesto cuyo visto bueno se produce seis meses después de iniciarse el año y de prorrogar las cuentas del 2017, aunque su entrada en vigor se calcula para mediados de julio.

La sesión plenaria se prevé un tanto tensa, por cuanto, muy probablemente, se sucederán los cruces de acusaciones entre el ejecutivo local (integrado por PSPV-PSOE y Compromís) y los grupos en la oposición: PP y Ciudadanos.

Y es que, mientras populares y Cs han venido criticando reiteradamente el retraso en la aprobación y entrada en vigor de las cuentas municipales del presente ejercicio, desde el equipo de gobierno responsabilizan a los «empastres urbanísticos y la herencia del PP» de las dificultades a las hora de cuadrar los presupuestos, como consecuencia de la necesidad de incluir el pago de 400.000 euros de compensación a un vecino al que se le ocupó su parcela en el último periodo de gobierno del PP para crear el jardín de Jaume I.

Es por ello que, previamente a la votación de las cuentas, se aprobarán dos expedientes de modificación de crédito que, entre otras cosas, incluyen una partida para abonar estos 400.000 euros, de manera que salgan de la previsión y no supongan un obstáculo.