Vila-real contará con un nuevo polideportivo tras el verano del 2019. El nombre de la instalación, Campió Llorens, se mantendrá respecto a la que se demolió, en homenaje al ciclista de la ciudad. El proyecto se lleva a cabo a través del Villarreal CF, gracias al acuerdo entre el consistorio y el club, por lo que no tendrá ningún coste paras las arcas municipales. El convenio con los padres Carmelitas permitirá ceder el terreno para uso municipal «y que, de este modo, sea una infraestructura pública para el disfrute todos los vecinos», destaca el alcalde, José Benlloch.

La construcción, que está valorada en aproximadamente un millón de euros, corre a cargo del Villarreal y proviene del acuerdo rubricado con el municipio y por el que se derribó el antiguo pabellón frente al Estadio de la Cerámica, se construyó la nueva plaza y la última fase será la ejecución del nuevo polideportivo.

PROYECTO

La iniciativa incluye levantar una infraestructura deportiva de 3.000 metros cuadrados en terrenos del colegio Carmelita. El club groguet también creará dos salas de 150 metros cuadrados para uso multifuncional. En este sentido, el espacio se adaptará a las necesidades de la localidad y contará con todos los requerimientos técnicos en cuanto a seguridad y medidas de prevención, «ya que el anterior no tenía ni puertas de emergencia y presentaba un suelo en estado lamentable», señala Benlloch. El novedoso recinto ofrecerá «mejores condiciones y un entorno bastante más amplio y dinámico para realizar multitud de actividades para todas las edades», remarca el munícipe vila-realense.

Pacto

En el documento de la cesión de la parcela que se firma el lunes se prevé que el colegio concertado haga uso de las instalaciones durante el horario lectivo, un total de 1.850 horas anuales y cinco fines de semana al año, porque todos saben «que son una comunidad muy activa, que organiza un gran cantidad de actos», asegura el alcalde. Respecto al debate que se ha creado «es absurdo», puesto que han conseguido «un acuerdo histórico que beneficia a todos», dice y matiza que «el pabellón será municipal, propiedad de todos, sin ningún tipo de coste en los presupuestos y se podrá utilizar igual que los demás servicios de la ciudad, que abren por la tarde», puntualiza.

Han tardado más de año y medio en conseguir toda la documentación necesaria para concluir el pacto. El acuerdo recoge que, una vez cedida la zona, el club de fútbol tiene un año para completar su ejecución.