El departamento de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Vila-real instalará a partir de la próxima semana contenedores inteligentes con sensores de llenado, que detectarán el volumen y evitarán el desborde de los residuos. Será a través de un programa piloto que arrancará en los barrios del Pilar y Botànic Calduch. En estas zonas, colocarán 40 de estos dispositivos, en los reservados al papel y plástico (asociados al color azul y amarillo).

El objetivo, si los resultados son positivos, es ampliar la acción en toda la ciudad, que cuenta con más de 1.000 recipientes para la acumulación de todo tipo de basuras. Por el momento, realizarán un análisis sobre el funcionamiento de esta tecnología para valorar su efectividad. Será en un periodo de seis meses a un año, aprovechando momentos álgidos de recogida, como las fiestas de mayo y las de septiembre.

«Tenemos un problema con los depósitos de selectivos, principalmente en los de plástico y papel. Se llenan rápidamente y generan suciedad en el espacio público, demostrando también que los vecinos cumplen en reciclaje. Con esta medida buscamos cambiar la filosofía del vaciado, pasando de rutas temporales a según la demanda. Los aparatos interiores detectarán la volumetría que hay y, cuándo llegue a un 75-80% de espacio utilizado, se procederá a su descarga en camiones», explica el edil de Servicios Públicos, Francisco Valverde.

prestaciones // La tecnología que implantarán funciona vía radio e internet. Por ello, destaca el concejal que en cada momento sabrán «el porcentaje de residuos», algo que les valdrá para «concretar estadísticas sobre la idoneidad de los espacios donde están los contenedores, las zonas que más reciclan o los hábitos de los vila-realenses en este aspecto».

Además, los futuros sensores no solo comprobarán la cabida, sino también controlarán la temperatura, una prestación que será aprovechable para prevenir incendios, así como servirán para medir ruidos, con la meta de evitar al máximo los niveles de sonido en las tareas de recogida.

REPOSICIÓN // Asimismo, aprovechando esta iniciativa, repondrán los contenedores dedicados a los envases ligeros, los amarillos, en las zonas donde comenzarán el plan. «A partir de ahora, serán de carga lateral, cara a facilitar los trabajos de recolección, algo que progresivamente desarrollaremos en otros enclaves de la ciudad», dice el concejal.

El proyecto forma parte de las novedades para mejorar la limpieza pública de la ciudad y cuenta con la participación de las empresas IoTsens y Fobesa, pertenecientes al Grupo Gimeno.