No se trata de una actividad más destinada a aquellas mujeres que han padecido o padecen cáncer. Es una iniciativa cuyo principal objetivo es hacer que las afectadas por esta dura enfermedad no solo recuperen la autoestima que pueden haber perdido sino que, incluso, la incrementen al máximo.

Los talleres de maquillaje para mujeres con cáncer están poniéndose de moda. Y lo hacen con la clara voluntad de exprimir el importante beneficio que suponen para devolver a estas féminas aquello que jamás deberían haber perdido, su ego, su amor propio, aquel que, a su vez, tiene que servirles para luchar con positivismo aumentado contra la enfermedad.

El salón de actos del Hospital de la Plana fue ayer el escenario en el que se llevó a cabo uno de estos talleres, en el que no faltaron personas afectadas y sus familiares, así como profesionales sanitarios que de esta forma también pueden convertirse en colaboradores necesarios --aunque ya lo son-- a la hora de que las mujeres aquejadas de cáncer tomen la senda de su recuperación de forma decidida.

Sentirse guapa

Sentirse guapa para sentirse mejor es una de las máximas de este tipo de iniciativas. Y es que, como apunta Mar Puchol, coordinadora del voluntariado provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Castellón, «la autoestima está muy ligada a la autoimagen, a cómo se ve una persona y cómo quiere que le vean los demás».

Decisión, ganas de seguir siendo la bella mujer que es, unos minutos al día y el material que ya es habitual en las casas de todo el mundo es lo único que se necesita para apostar por mejorar el aspecto personal, no solo por la sensación de seguridad que se transmite al entorno familiar y de amigos sino también por puro amor propio. El maquillaje y los complementos, de alguna manera, contrarrestan la caída del cabello y de las pestañas que provoca la quimioterapia.