La negativa del equipo de gobierno a apoyar la moción del Partido Popular en la que proponía la activación de una revisión catastral es interpretada por el principal partido de la oposición como una manera de «bloquear cualquier bajada de la contribución», según argumenta el portavoz popular, Héctor Folgado.

Para sustentar su acusación hace referencia a las declaraciones del alcalde, José Benlloch, en el último pleno, cuando en el debate de la citada moción «aseguró que si la actualización supone una rebaja del IBI, él subirá el tipo impositivo lo necesario para impedir que el abaratamiento del recibo llegue a los vecinos».

En la misma línea argumental, añade que «Benlloch es el munícipe que más contribución cobra a sus ciudadanos y está dispuesto a continuar con su política impositiva».

Folgado incide una vez más en la subida del IBI del 10% que aprobaron PSPV y Compromís el año pasado, que respondería, a su parecer, «al modelo de ciudad impulsado por el primer edil, por el que está dispuesto a que los vila-realenses paguen sus caprichos y sueños faraónicos». A su vez, dice que «los problemas de la ciudadanía siguen sin ser atendidos», mientras «gastan 2,6 millones de euros para trasladar el despacho de alcaldía o contratar asesores», subraya.