El Partido Popular de Vila-real señala que «el veto del alcalde, José Benlloch, a la nueva ponencia catastral castiga también a los vecinos propietarios de masets». Así se manifiesta el concejal del PP Carlos Gil, quien destaca que «la renuncia del primer edil a aceptar la revisión propuesta por el Catastro trae como consecuencia que continuarán gravando con el 2% a las segundas viviendas en la ciudad, pagando de media entre 200 y 300 euros más». El popular subraya que con el planteamiento del Gobierno «el 95% de los vecinos sale beneficiado».