Carlos Gil, concejal del PP en el Ayuntamiento de Vila-real y encargado de los asuntos de carácter deportivo en el partido que lidera Héctor Folgado, calificó ayer de «desastre» la reforma que se está llevando a cabo en el circuito de running que recorre buena parte de las dos zonas de pinada del paraje del Termet.

Al respecto, Gil aseguró lamentar «los 270.000 euros de coste del proyecto, entre las dos obras que se han realizado, pero que se han llevado a cabo sin tener en cuenta las peticiones de los corredores».

Para el edil popular, «una prueba de ello es el déficit de iluminación y, sobre todo, la sustitución del terreno, ya que se han cambiado las zahorras que había por un material parecido al hormigón, que genera un impacto visual muy negativo en un entorno como es la ermita de Vila-real, que es un paraje protegido».

En palabras del propio Gil, los usuarios cuestionan el cambio del material, «ya que se trata de un elemento muy duro que provoca un gran impacto en las articulaciones de los deportistas».

Asimismo, el concejal del PP explicó que desde la formación política a la que pertenece consideran que la intervención «es un error, ya que no se ha expuesto esta reforma al Consell Local de l’Esport antes de iniciarse los trabajos, lo que ha derivado en este tipo de problemas».