El hallazgo de problemas edificativos en el antiguo edificio del Patronato de la Consolación por parte de los arquitectos encargados de elaborar el proyecto está alargando la redacción de un plan que tiene que derivar en la habilitación de un nuevo albergue para transeúntes de Cáritas, que sustituirá al que tuvo que abandonarse a principios de este año después de detectarse aluminosis y que se ubicaba en el número 56 de la calle Senda de Pescadors.

Así lo confirma el director de Cáritas Diocesana, Juan Manuel Aragonés, quien no descarta buscar otro emplazamiento si los problemas detectados en el Patronato resultan insalvables.

En la actualidad, los usuarios y beneficiarios del Pati --servicio que este año cumple su 25º aniversario-- se encuentran en dos pisos propiedad de Cáritas Interparroquial de Vila-real. «Volver a abrir el centro es urgente porque aunque están bien atendidos, no es lo mismo que los beneficiarios estén en dos viviendas separadas que lo estén en un único inmueble», en referencia a que en este último supuesto se facilita la convivencia y también el desarrollo de actividades conjuntas.

DEMOLICIÓN // Las intenciones de Cáritas respecto al nuevo albergue coinciden con el reciente derribo de la antigua nave en la que se ubicaba el centro, propiedad de la Fundación Bancaixa, después de que a mediados de año el Ayuntamiento redactara un expediente disciplinario como consecuencia de las deficiencias estructurales del inmueble, afectado por aluminosis, y para «garantizar la seguridad del entorno, así como de los trabajadores y usuarios, ante una situación de peligrosidad y ruina», explica el concejal responsable del área de Territorio, Emilio Obiol.

COSTE // Una demolición que ha supuesto un coste de cerca de 26.000 euros para la entidad propietaria de la nave industrial, en la que también se encontraba el centro de transeúntes El Pati. «Con esta actuación, en la que se han cumplido los plazos que se habían dado por parte del Ayuntamiento, se da cumplimiento al expediente», explica Obiol, quien señala que el derribo también ha incluido la retirada de 2.465 m2 de fibrocemento con amianto.