Desbordados. Así están en la Subdelegación de Defensa en Castellón ante el aluvión de peticiones que está recibiendo para participar en el acto de jura civil de bandera, que tendrá lugar en Vila-real el próximo 28 de octubre. Las previsiones iniciales se han quedado a la baja y el evento podría superar los 400 jurandos y la presencia de más de 1.500 personas en la plaza ubicada frente al Estadio de la Cerámica, conocida como la del Madrigal.

Ante esta situación, según los datos que baraja la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, están valorando sumar una tercera bandera para poder cubrir toda la demanda que llega «dentro de la corriente de apoyo a la unidad de España», indican.

Inicialmente, planteaban colocar dos puntos para poder jurar, pero todo apunta a que se quedarán cortos. «A día de hoy, contamos con 300 peticiones, a un ritmo de 40 diarias, por lo que teniendo en cuenta que todavía queda una semana para poder inscribirse --el plazo finaliza el próximo viernes, 20 de octubre-- esperamos aún muchas más», según fuentes de la Delegación.

LOGÍSTICA // La otra opción que están estudiando desde la organización es limitar el aforo a dos banderas. El problema no se debe a las zonas para jurar que se pongan, sino en la logística que lleva aparejada. En cada posición con la enseña nacional prevén el paso de entre 150 y 200 personas, donde habrá que habilitar una grada destinada a 300-400 personas, que ocuparían familiares que tienen un espacio reservado para presenciar en directo y en un lugar privilegiado la cita.

Por lo tanto, con dos banderas, habría unos 600-800 familiares, más los jurandos, militares y altos cargos. El público asistente rondaría las 1.500 personas, al que hay que sumar el que puede acudir a verlo sin estar en las gradas. Una tercera bandera significaría el paso de 150-200 personas más, junto a los familiares que conlleva, por lo que analizarán, dependiendo de las inscripciones, si hay espacio suficiente para aumentar la infraestructura necesaria. Una decisión que tomarán los próximos días.

De esta forma, Vila-real será el escenario de este acontecimiento que llegará en dos semanas. Algo habitual a lo largo del año en muchos puntos de España, pero, en esta ocasión, está levantando gran expectación por la situación política española y el procés que se está viviendo en Cataluña.

SEGURIDAD // En cuanto a las medidas para garantizar la seguridad de los asistentes, será un dispositivo similar al que realizan entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local cuando hay partidos de fútbol en la localidad.