Vila-real quiere poner en valor un elemento del término municipal con mucha historia pero que, hoy en día, se encuentra algo abandonado: los barrancos.

Para ello, la concejalía de Agricultura, que dirige Josep Pasqual Sancho, pondrá en marcha este verano una campaña que permitirá rotular todos los cruces de caminos y torrenteras del término municipal. Según explicó el edil, el objetivo es “revalorizar unos espacios que han sido muy importantes en nuestra historia y de los que ahora, en buena medida por el abandono del medio rural, prácticamente ni conocemos los nombres, a diferencia de lo que pasa con los caminos”.

La primera fase del proyecto, ya finalizada, ha consistido en la elaboración de una investigación sobre la toponimia para la que la concejalía ha contado con la colaboración del archivo municipal. Además, ya se ha contabilizado el número de caminos en los que ya existen las habituales señalizaciones de peligro de riadas. En estos casos, tal y como indicó Sancho, “aprovecharemos los palos y solo encargaremos las placas con el nombre del barranco”. Y es que “la delicada situación del Ayuntamiento obliga a mirar con lupa cada céntimo de euro”.

En una segunda fase, el objetivo del concejal es colocar unas placas que expliquen el origen del nombre de las diferentes ramblas. En este caso, la intención es adaptar estos paneles a las nuevas tecnologías con la instalación de un dispositivo QR, o similar.

“Se trata de que esta información llegue a las nuevas generaciones, que son las que han de mantener el patrimonio”, dijo Sancho. Eso sí, esta fase está condicionada a la disponibilidad económica.

BARRANC DE RÀTILS // Uno de los barrancos más característicos de la localidad es el barranc de Ràtils, que se encuentra en la zona oeste de la localidad, en la frontera con el término municipal de Onda. La denominación de este torrente está considerada una de las más antiguas del municipio, pues se tienen noticias desde el año 1314 y su nombre podría hacer referencia a algún tipo de impuesto medieval.

Además, también se instalarán placas identificativas en barrancos como el de Pitoto, de l’Espaser, Roig, d’Avellana o en el riu Sec, que es el más conocido por su tamaño y porque aún conserva buena parte de la vegetación de ribera autóctona. H