La corporación municipal de Vila-real, convocada ayer en un pleno de carácter extraordinario, aprobó el presupuesto municipal para el 2020. Y lo hizo con los únicos votos favorables de los 13 ediles del PSPV-PSOE y del único representante de Unides Podem --su socio de gobierno--, y con la postura en contra del resto de grupos de la oposición: PP, Compromís, Ciudadanos (Cs) y Vox.

Tanto el concejal de Economía, Xus Madrigal; como el propio alcalde, José Benlloch, insistieron en asegurar que estas son las cuentas del «reequilibrio, que permitirán afrontar con mayores garantías los retos y proyectos a plantear en los años siguientes».

Madrigal insistió en que se trata de un presupuesto «prudente, responsable y posible», que asciende a 47.165.000 euros, en torno a 800.000 euros menos que el del 2019, «lo que deja claro que era necesaria la subida de la contribución para conseguir el reequilibrio necesario y reducir la deuda en 10 puntos», con el objetivo de llegar al 59,47%.

El edil de Economía fue el encargado de explicar los detalles de unas cuentas municipales que permitirán «encarar todas las dificultades» que tienen. Madrigal reconoció que «no son las cuentas» que les gustaría. «Incluso diría yo que es un documento de mínimos para intentar hacer, como dice el refrán, que con estos mimbres no se puede hacer más que estos cestos» , concretó.

EL DEBATE DEL IBI // De nuevo, entró en el debate presupuestario la subida del 10% del impuesto de bienes inmuebles (IBI) de naturaleza urbana, que el Ayuntamiento aplicará en los recibos de este año. Al respecto, tanto el portavoz del PP, Héctor Folgado, como el de Cs, Domingo Vicent, insistieron en acusar al ejecutivo que lidera Benlloch de ser el que más dinero recauda con el IBI, por la que consideran «una nueva subida de la contribución», la tercera según dijo ayer Vicent.

Unas acusaciones que volvió a negar el edil Madrigal, aunque reconoció que el incremento de este año es necesario «para poder reajustar el presupuesto». Y en respuesta a Folgado y Vicent añadió: «Les recuerdo que desde el 2011, y después de las subidas continuadas del IBI que aplicó el PP, este equipo de gobierno congeló la contribución hasta el 2013, cuando decidió bajarla. Y también es cierto que la tuvimos que volver a dejar en el mismo lugar en el 2015, porque las continuas sentencias urbanísticas y otros contenciosos --especialmente de la época de gobierno popular-- hacían imposible el modelo de ciudad por el que apostamos», detalló. Y replicó a PP y Cs. «Desde entonces, el IBI ha estado congelado hasta este año. Eso es lo que ha pasado, ni más ni menos, y quien diga lo contrario o no sabe leer un presupuesto o quiere conscientemente confundir a toda la ciudadanía», puntualizó.

DISTENSIÓN // El pleno presupuestario de ayer, aunque se prolongó durante tres horas, fue uno de los más tranquilos de los últimos años, en cuanto al tono utilizado por los diferentes oradores, tanto del ejecutivo local como de los grupos de la oposición. Tanto es así que, incluso, el alcalde Benlloch alabó las dotes del portavoz popular y, en clave humorística, no le descartó como uno de sus posibles asesores futuros.

En cualquier caso, y pese a las «carencias» que desde Compromís advirtieron que tienen las cuentas de Vila-real para el presente ejercicio, Madrigal destacó que la «contención» que se aplica en las mismas no afectará a los departamentos de Servicios Sociales, «que tendrán todos los recursos que sean necesarios», y de Servicios Públicos, a la vez que hizo hincapié en que el capítulo de inversiones se queda en solo medio millón, «para no recurrir a más préstamos y poder reducir el endeudamiento».