Las diferencias y el enfrentamiento que ya se evidenciaron en el último tramo de la legislatura entre el PSPV-PSOE y Compromís --pese a ser socios de gobierno en aquella etapa-- se han visto notablemente incrementados en las últimas semanas.

Tanto es así que el concejal nacionalista Santi Cortells critica fuertemente la subida del IBI para el próximo ejercicio y llega a dudar de las afirmaciones realizadas por el alcalde, José Benlloch, al respecto de que la liberalización de la autopista AP-7 acarreará una merma de ingresos de 180.000 euros anuales. Unas declaraciones que cuentan con el aval del portavoz del grupo municipal, Josep Pasqual Sancho.

Una merma que también afectará a otros 14 municipios de la provincia de Castellón --con una suma total de 2,5 millones--, por los que discurre el vial en cuestión, actualmente de peaje y que el Gobierno asegura que pasará a ser de libre tránsito a partir del próximo 1 de enero.

Las afirmaciones de Cortells contaron ayer con una respuesta contundente por parte del portavoz del ejecutivo local, el socialista Javier Serralvo, quien lamentó la «mala fe» o la «ignorancia» del edil de Compromís, al poner en duda las consecuencias que la liberalización de la AP-7 tendrá para las arcas municipales. Unas consecuencias que justificó con un informe elaborado por el departamento de Tesorería.

«Ha tenido el despacho a dos metros de las oficinas de Recaudación y ha sido incapaz de interesarse nunca por los ingresos del Ayuntamiento. Si lo hubiera hecho, incluso ahora, no habría tardado ni un segundo de disponer de los datos: 1,8 millones de euros recaudados por el IBI de la autopista desde el 2009», recriminó Serralvo a Cortells.

«Si no sabía esto, que forma parte de los ocho presupuestos municipales que se han elaborado y aprobado por Compromís en los últimos años, habrá que preguntarse a qué se ha dedicado. Será a tocar la guitarra, porque lo que es mirarse los presupuestos que después avalaba sin abrir nunca la boca en contra, está claro que no», aseveró.

CAMBIOS // Para Serralvo, resulta «evidente por qué no quisieron asumir responsabilidades y seguir formando parte del equipo de gobierno: por su incapacidad para gestionar la ciudad y arrimar el hombro para ayudas a Vila-real a salir adelante». Y añade: «Este no es el Compromís con el que empezamos a construir el cambio en Vila-real, trabajando codo con codo para hacer frente a los empastres y la herencia que nos dejó el Partido Popular».