Las Purisimeras de Vila-real iniciaron anoche sus festejos anuales con la tradicional velaeta. Una cita que fue especial por cuanto se conmemoraron los 50 años de la transición de la Junta, momento en el que apostaron por el rejuvenecimiento de sus integrantes y por organizar actos de carácter cultural.

Una efeméride que recordaron con la proyección de unos vídeos en los que intervinieron las primeras presidentas tras el relevo generacional, Araceli Pons y María Pilar Mata, así como algunas de las máximas responsables más actuales, como fueron Laia Moliner y María Carmen Monzonís. Los asistentes al Auditori Municipal Músic Rafael Beltrán Moner también escucharon las palabras de dos veteranas, Rosarito Cantavella y Conchita Catalán, conocedoras de todos los entresijos de la entidad religiosa puesto que ayudaron y ayudan a las sucesivas directivas. Y como portavoces de los muchos hombres que colaboran con la Purísima hablaron Paco Cantavella y Manuel Barrué.

Anoche también hubo tiempo para que cerca de un centenar de jóvenes del grupo de danzas así como integrantes de la vocalía de menores, juventud y premonitores pasaran por el escenario para demostrar su arte sin olvidar a los más pequeños. Durante la velada intervino el director de la congregación, mosén Javier Aparici, y la secretaria del colectivo, Lourdes Segarra, que realizó un resumen de las actividades realizadas durante este año. También premiaron al autor de la portada de la Mensajera 2019, Felipe Monfort, que explicó detalles de la imagen.

Representación teatral

La Junta salió a escena con una representación a cargo de Valentín Nostrort, de Els XIII. La obra elegida fue Qué fiera es mi mujer pero anda que mis hijas.

El acto supuso el pistoletazo de salida a las fiestas de la Congregación de Hijas de María Inmaculada que realizarán el miércoles 27 el traslado de la imagen de su patrona de la casa social a la iglesia arciprestal. HSClB