Niños y jóvenes vinculados a la Congregación de Hijas de María Inmaculada, las purisimeras, fueron los protagonistas de una nueva edición del Festival Misionero que, organizado por la entidad, se dirige a recaudar fondos solidarios. En esta ocasión, se destinan a la asociación Kubuka-Más por ellos, para la casa de acogida que gestionan en Zambia cara a ayudar a niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad en este país.

El Auditori Municipal Músic Rafael Beltrán Moner fue el marco de este espectáculo que fusiona la fiesta y la solidaridad. Por el escenario pasaron distintos grupos que ofrecieron bailes, canciones de los integrantes de las vocalías de Menores, Juventud y Premonitores, música de tuna y varias apariciones que sorprendieron al numeroso público asistente a la cita.

Además, este año se incluyó una novedad con un debate-coloquio participativo al que se sumaron misioneras que han estado ayudando en distintos países. La intensa jornada finalizó con la actuación de la escuela de danza Mónica Parra y una interpretación grupal. H